Al agacharme para coger la flor el seto se estremeció. era el viento, pensé, pero no era el viento. no, el seto crecía, y lo hacia tan rápido que podía apreciarse a simple vista. enredaderas y zarzas se abrían paso entre las hojas a través de una maraña de quejidos. Antes de que pudiera echar a correr el seto casi me había rodeado. estaba cercada por ramas, hojas y espinas.
... debería haber salido corriendo..... pero no lo hice.... estalló un trueno. se me acelero el pulso. introduje las manos entre las espinas sentí que me laceraban la piel dolorosamente, pero eso no me detuvo, estaba decidida(...)

....habia sido avisada de que las flores no eran para mi.... y aun asi, a pesar de las espinas y de la tormenta, intente cogerlas.
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